7 de septiembre de 2013

ANTES ..DURANTE...DOÑANA...Y MÁS

A tan sólo a un mes  de la que será casi la última prueba de la temporada, a esperas de alguna última hora, todo el entreno se encuentra ya programado, con poco o ningún hueco para contratiempos, lesiones, y otros percances. Es en esta última fase cuando el aspecto psicológico se vuelve cada vez más decisivo para determinar de una u otra forma el resultado. Estrés, ansiedad, compaginar nuestros entrenos con la vida familiar y laboral (no somos pro), y tener en cuenta ante todo de que lo que hacemos lo hacemos por que nos apasiona, eso es lo que debe estar presente siempre. En el momento en el que esa pasión por superarnos se convierte en "obligación", "frustación", entonces es cuando deberemos plantearnos qué hemos hecho mal. Hace poco en  triatletasenred.com alguien publicó un texto descriptivo y parodiando las "penurias" que una desgraciada "Paloma" soportaba por culpa de su marido, qué malo!, le había dado por el deporte, después de haberse tirado toda una vida de abstinencia absoluta de deporte, fumando , bebiendo y viendo mermada día a día su capacidad de decisión. Bueno, pues mi opinión personal, y no es parodiando ninguna situación real, es que si tu pareja, ésa que se supone que es la que te debe apoyar, y compartir tus momentos de felicidad como si fueran suyos, no te apoya, ni al principio ni al final, debes plantearte dos cuestiones, las mismas que "Paloma" se planteaba, o la dejas y sigues con lo que te hace sentir vivo, o abandonas el deporte, tal y como ella o él quiere, ajustándote a sus "necesidades".Las dos opciones tienen sus cosas buenas y malas, pero analizando la segunda, uffff, debes saber que después de haber "tocado el cielo", "sentirte" vivo como nunca, en mi caso lo tendría claro, sólo se vive una vez, y quizás esa haya sido la prueba de fuego para que tu relación y acabe y comience otra vida.
En las muchas pruebas en las que he estado, he podido ver parejas compitiendo, parejas reales, se han conocido en pruebas, y son felices. Algo incomprensible y que también he observado al llegar a meta, cuando la pareja de un triatleta espera y aquél exhausto, llorando, emocionado llega dedicándole todo su esfuerzo a su familia que está allí, es oir decirle a éste, a modo de reproche, "joder tío!, 5 horas aquí esperándote!, con el calor que hace!", y ver la cara de nuestro pobre "Antonio" decepcionado, casi desconsolado por la lejanía de sentimientos que los separa, pensando"me lo dices a mi?, he entrenado lloviendo, con frío, con calor, sacrificando mi tiempo libre por un sueño, rezando cada vez que salía en bici para que volviera a verte, haciéndote ver que cada prueba terminada estaba dedicada a ti, porque nadie más está en mi vida..."...."Antonio", espabila, porque esta vida son cuatro días, porque nada ni nadie debe haerte llorar de pena, sí de alegría, y porque al final sólo los que te aman se quedarán contigo. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Muchas gracias por comentar! Espero que sigas enriqueciendo mi blog con tu participación. ¡Saludos!